En la biblioteca vive el Mono de la Tinta. Se esconde entre mis libros y acecha mis tinteros. Cuando cree que no lo veo, olisquea mis lapiceras. Se trepa a una pila de libros y, por sobre mi hombro, trata de adivinar qué escribo. Escucho su respiración acompasada, anhelante, mientras lee. Lo sospecho en puntas de pie, haciendo equilibrio, pero, cuando me doy vuelta, siempre desaparece.

Dos cosas le gustan sobremanera: La tinta y las historias.

El otro día, al caer el sol, me acerqué silenciosamente. Me escondí en las sombras, detrás de las cortinas. La noche avanzaba lenta como el río espeso de mis sueños.

Entonces, cuando ya casi se me cerraban los párpados, lo vi: se acercó canturreando una cancioncita pegadiza y destapó todos los tinteros en un bailecito alegre. Después, sentado sobre sus patas sacó una historia del tintero con sus dedos largos.

“Había una vez…”. Y la tinta, sangre del cuento, se deshizo en gotas negras sobre el piso, desmigajándose en mil historias de dragones, de caballeros, de batallas, y en la historia de un mono que bebe tinta, una tinta negra y brillante, como los ojos negros del Mono de la Tinta

Gabi Casalins, septiembre de 2013

lunes, 1 de junio de 2020

Los enigmas para resolver en las novelas de Norma Huidobro





Miranda nos comenta con mucho entusiasmo La sopa envenenada, El paraguas floreado y  El anillo de esmeraldas de Norma Huidobro,  y también nos cuenta  sobre los otros títulos de esta saga de la literatura de enigma a la que nos tiene acostumbrados esta magnífica escritora.
Vicky Colantoni Posse nos la reseña, aportándonos una visión sugerente.





¡Cada día, leo un poquito más!
Por Vicky Colantoni Posse

¡Editorial Norma sabe de chicos! Con un lenguaje accesible y conocido, hace adentrarse al lector por los vericuetos de una aventura, que bien podría sucederle a cualquier curioso que se precie de "investigador ". 
De manera coloquial, en primera persona, situándose en lugares comunes -que no por ello dejan de ser misteriosos,abrirse a sus novelas es calzarse las zapas o las chancletas del protagonista  para seguir pistas y hacer las deducciones que permitan descubrir "la verdad".  Así como nos atrapó "El sospechoso viste de negro", y la banda de "Vecinos y detectives en Belgrano" con su gran cantidad de casos resueltos, ahora es "Anita Demare" quien nos invita a jugar ...,  a sacar a la luz lo que sucedió "aquel mediodía de verano", (La sopa envenenada) , cuando almorzar en un típico restaurante de la costa atlántica y sacarse selfies dejó de ser algo trivial, por ejemplo. 
La escritora ha incorporado a sus historias la tecnología, y con ello también, la realidad de muchos de los niños de hoy; mantiene, sin embargo, el valor de "la amistad" por sobre todas las cosas:  prima el "estar con otros" para resolver los conflictos y salir de situaciones difíciles. Quizás sea ese un "valor agregado"... quizás "valor intencionado"... que logra, una vez más, atrapar al lector al sentirse, también, acompañado.
Anita Demare es una niña que va a la escuela, tiene amigos, veranea en la playa de "San Clemente del Tuyú "... curiosa, observadora, independiente; muy decidida por cierto; algo audaz para su edad, que decide investigar lo que llama su atención.
Creo que,  los gustosos de la lectura llevamos una Anita dentro, y, tiempo al tiempo, tiramos  siempre del hilito, que deshilvana la aventura.
¡Dale que vamos por más! ¡De princesas, de superhéroes! ¡Con o sin disfraz, para adelante y para atrás... cada día, leo un poquito más!


María Victoria Colantoni Posse nació en La Plata y estudió  Psicología en la UNLP. Después descubrió su vocación de maestra, que la llevó a estar en las aulas y a ser docente del Instituto Eureka, para la educación del pensamiento. 
Es una afanosa y aguda lectora y gran conocedora del corpus de la Literatura Infantil y Juvenil. También podemos decir de ella que es una maravillosa  promotora y mediadora de lectura para sus alumnos y que vive perfeccionándose en estos campos.Por lo tanto, ¡palabra autorizada!


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