En la biblioteca vive el Mono de la Tinta. Se esconde entre mis libros y acecha mis tinteros. Cuando cree que no lo veo, olisquea mis lapiceras. Se trepa a una pila de libros y, por sobre mi hombro, trata de adivinar qué escribo. Escucho su respiración acompasada, anhelante, mientras lee. Lo sospecho en puntas de pie, haciendo equilibrio, pero, cuando me doy vuelta, siempre desaparece.

Dos cosas le gustan sobremanera: La tinta y las historias.

El otro día, al caer el sol, me acerqué silenciosamente. Me escondí en las sombras, detrás de las cortinas. La noche avanzaba lenta como el río espeso de mis sueños.

Entonces, cuando ya casi se me cerraban los párpados, lo vi: se acercó canturreando una cancioncita pegadiza y destapó todos los tinteros en un bailecito alegre. Después, sentado sobre sus patas sacó una historia del tintero con sus dedos largos.

“Había una vez…”. Y la tinta, sangre del cuento, se deshizo en gotas negras sobre el piso, desmigajándose en mil historias de dragones, de caballeros, de batallas, y en la historia de un mono que bebe tinta, una tinta negra y brillante, como los ojos negros del Mono de la Tinta

Gabi Casalins, septiembre de 2013

sábado, 8 de marzo de 2014

    ¡Bienvenidos todos después de las vacaciones al espacio de la Literatura infantil platense! 
 
    Esta vez les  traemos a un querido poeta y narrador de nuestra querida ciudad de La Plata, quien, si bien no se ha dedicado a la escritura para niños, nos regala un cuento que habla sobre ellos.
    Se llama Luis Edgardo Soulé, nació en San Nicolás de los Arroyos, es platense por adopción y, además, un querido amigo.


          En la foto que vemos Luis está con su bisnieta y su esposa Clides.
Luis ha escrito poemas, cuentos y novelas y, al mismo tiempo, ha criado una gran familia. Algunos de sus nietos también escriben. Parece que lo que se hereda, no se hurta.
En cuanto a su tarea como poeta y narrador, les contamos que presentó su poemario "SUEÑOS POR VEINTE” en el año 1996 en el Stand de la Provincia  de Buenos Aires de la Feria del Libro .
Participó en  “HOJAS Y CUADERNOS DE SUDESTADA” del Taller de Poesía de Ana Emilia Lahitte con  “Hoja nº 289".

También recibió el Primer Premio en el II Concurso Internacional Hespérides de Cuento y Poesía que consistió en la publicación de su libro de cuentos “LA NICOLASA Y OTROS CUENTOS”.  
Ha publicado un libro de cuentos que se llama “DESDE EL CAFÉ” de Ediciones al Margen en junio de 2009 y, en diciembre de 2010 su poemario "SILENCIOS AJENOS".

También han publicado muchas de sus obras en variadas antologías poéticas:

"RETRATOS DE PLATA Y FUEGO-POETAS PLATENSES-Ediciones Francotirador-1993—POESÍA UNIVERSAL –ANTOLOGÍA BILINGÜE- (CASTELLANO-INGLES)- Editorial Red Literaria-1998-ESCRITORES ARGENTINOS DE FIN DE SIGLO- Línea Abierta Editores -1999 –MELODÍA DE COLORES-Centro de Estudios Poéticos-Madrid(España) 2007—ANTOLOGÍA POÉTICA-AGRUPACIÓN LITERARIA REGIONAL ALIRE- Chile -2007".

Como verán, ¡toda una vida dedicada a la Literatura!
El cuento que les presentamos se llama "Yo puedo" y la ilustración que lo acompaña es de una de las ilustradores del Mono de la Tinta, María Florecia Cassano.
¡Ahí va y esperamos que lo disfruten! 
Gabi Casalins
 




       Yo Puedo

Por Luis Edgardo Soulé

 

   -Mi papá dice que no se puede...



      

   Diego lo repitió por tercera vez, mirando de costado a Felipe que seguía con la vista clavada en el suelo.
 


   -Mi papá dice que no se puede...

   -Tu papá no sabe...yo puedo...insistió Felipe.

    Lo venían discutiendo desde la tarde anterior. Felipe había querido compartir con  Diego—su mejor amigo—aquel secreto celosamente guardado.
   Diego lo miró fijamente con sus ojos agrandados de asombro.

   -No puede ser...es mentira...

    Felipe insistió en que decía la verdad. Se enojó con Diego que no creía, y en la primer esquina dobló para su casa dando un rodeo.
   Diego llegó a la suya con las palabras de Felipe resonando en sus oídos.
   Esperó que terminaran de cenar, para hacer la pregunta que lo tenía tan preocupado.
 
  -¿Quién te contó eso..?  te hicieron un chiste...- le dijo sonriendo su padre- ¿cómo podes pensar que sea cierto..?... es imposible.



    No preguntó más. Ante la sonrisa burlona de sus padres, dio las buenas noches y se fue a dormir.

    Al día siguiente, desde su llegada a la escuela y durante toda la mañana, se miraron con Felipe sin hablarse. 

   Salieron juntos, caminando lentamente. Recién entonces Diego se animó a decir: 



   -Tu papá no sabe...yo puedo...si querés ver, vamos al campito de las vacas y te enseño.


   -Vamos…-dijo Diego bastante asustado y no muy convencido. 

      Se fueron apurados porque se hacía tarde y el sol se estaba poniendo.

    -... ¿Será posible..?se preguntaba Diego.

    Llegaron, Felipe siguió hasta el fondo del terreno, mirando hacia arriba, al cielo.
    Diego lo siguió expectante.
    Felipe sacó un espejo de su bolsillo hasta que el sol se reflejó por completo.

   -Mirá...—le dijo a Diego—mirá...

    Diego miró por sobre el hombro de Felipe y vio al sol reflejado en el espejo.

   - Fijate dijo Felipe metiéndose rápidamente el espejo en el bolsillo del guardapolvo—
 ¿... viste..?

    Los ojos de Diego se agrandaron de asombro. Se fueron juntos.
    El brazo de Felipe rodeó el hombro de su amigo. Miraron hacia atrás...el sol ya no estaba...
    Se apuraron...la noche se les venía encima.




              










 



 

1 comentario:

  1. Claro que se puede, solo se necesita un espejito, el momento oportuno y mucha confianza en que va a salir bien.
    Hermoso cuento.

    ResponderEliminar