En la biblioteca vive el Mono de la Tinta. Se esconde entre mis libros y acecha mis tinteros. Cuando cree que no lo veo, olisquea mis lapiceras. Se trepa a una pila de libros y, por sobre mi hombro, trata de adivinar qué escribo. Escucho su respiración acompasada, anhelante, mientras lee. Lo sospecho en puntas de pie, haciendo equilibrio, pero, cuando me doy vuelta, siempre desaparece.
Dos cosas le gustan sobremanera: La tinta y las historias.
El otro día, al caer el sol, me acerqué silenciosamente. Me escondí en las sombras, detrás de las cortinas. La noche avanzaba lenta como el río espeso de mis sueños.
Entonces, cuando ya casi se me cerraban los párpados, lo vi: se acercó canturreando una cancioncita pegadiza y destapó todos los tinteros en un bailecito alegre. Después, sentado sobre sus patas sacó una historia del tintero con sus dedos largos.
“Había una vez…”. Y la tinta, sangre del cuento, se deshizo en gotas negras sobre el piso, desmigajándose en mil historias de dragones, de caballeros, de batallas, y en la historia de un mono que bebe tinta, una tinta negra y brillante, como los ojos negros del Mono de la Tinta…
1. Hace mucho, mucho tiempo, al lobo feroz le leyeron las
líneas de la pata. Le dijeron: “cuidado con las coloradas.” Él no creía en esas
cosas. Por eso cuando conoció a Caperucita no vio venir el final.
2. Caperucita llegó al bosque, por el camino más largo, como
su mamá le había dicho que no hiciera. Allí se encontró con el lobo, pero él no
le hizo caso. Iba pensando en los Tres Cerditos.
3. El lobo se fue por el camino largo, se entretuvo con las
flores, recordó las tartas de manzana, suspiró un par de veces… Cuando llegó a
casa de la abuelita, ya estaban todos allí, impacientes y mirando el reloj, esperando
a que él llegara para poder terminar con el cuento.
Alma nos presenta y comenta un Cuento con Oso y Mónica Dias Leal nos hace la reseña
La literatura
infantil se vio muy enriquecida cuando al mundo editorial ingresó ese objeto
libro llamado: libro álbum. Se abría así un universo de posibles lecturas y
esto animaba a quienes no somos críticos a comenzar un camino de análisis aún
más profundo de las ofertas literarias cuyos destinatarios principalesson los niños.
Anthony EdwardTudor Brownees un escritor e
ilustrador de varias obras literarias consideradas “infantiles”. Yo me permito
en este espacio, contarles que sus textos son requeridos por niños, jóvenes y
adultos. Títulos como Los osos,Los tres osos,Un cuento deOso, entre otros título, ponen en juego la imaginación y la competencia literaria
del lector.
En Un
cuento de Oso, con gran maestría el autor nos lleva al mundo de los clásicos cuentos maravillosos. Con una
pincelada en algunos casos completa y en otros en un incipiente dibujo, pasamos
por Caperucita Roja y el lobo, los tres Cerditos, El Gigante, La bruja, los
tres osos. Personajes que siguen teniendo vigencia en el mundo de los niños y
de la literatura. Pero que aquí, un
pequeño Oso, les dará una gran lección. A través del lápiz, el personaje
protagónico nos contará otras historias que se irán tejiendo a lo largo cuento
para reproducir otro texto.
Dice Gustavo
Bombini enLa aldea literaria de los
niños[1]
de María Adelia Díaz Rönner:“Siempre,lo sabemos, un texto
dialoga con otro texto y ese diálogo es lo que hace refundar la esencia de lo
humano en cada uno de nosotros” (p. 33)
Asíes que, mientras Oso camina por el bosque, el primer personaje con
en el que se encuentra es con un lobo feroz, lengua afuera y con deseos de
comer a un elegante oso con moño que lo
mira casi sorprendido. Ante esta actitud Oso, comienza el dibujo de un contorno
que luego será develado en la siguiente página ya que Oso entrega al lobo a un
gran cerdo blanco, mientras se observa detrás de escena en un segundo plano, a
los tres cerditos que se convierten también en pequeños lectores de este nuevo
mundo que está creando Oso, en el que los personajes que en otro tiempo
quisieron imponerse, aquí tendrán su merecido, una vez más.
Oso sigue
caminando y se encuentra con el Gigante, enojado y temible;ante esta presenciaOso no duda en regalarle una “cosita” que
luego se convertirá en la planta (que no es cualquier planta) y que dejará
atrapado y avergonzado al malvado gigante. En la siguiente página, Oso mira al
lector como haciéndolo cómplice. Vale decir, él sabe que lo estamos mirando y
que vamos leyendo con él las historias de los cuentos. Busca y se apoya en un
lector cómplice. Oso sabe que no está solo. La bruja también serádespojada de sus atributos por una paloma
creada por nuestro dibujante. Y así sin peluca ni sombrero, la bruja ya no es
bruja y una manzana mordida,será
testigo de otra historia que no pudo ser.
Finalmente, Oso
se encontrará con los Tres osos en el bosque y como no hay nada mejor que
cerrar el encuentro con amigos, dibuja un festín y colorín colorado… ha terminado.
[1] María Adelia Díaz Rönner (2011). La aldea literaria de los niños. Buenos Aires. Comunicarte.
Estos
días de situaciones de encierro nos recuerdan a otros días en otros años de
otros tiempos y de otras pestes, de angustias, de miedos. Pero el hombre
siempre encontró válvulas de escape y de eso da cuenta la literatura universal:
Bocaccio, Chaucer, escritores de posguerrasy tantos otros regalaron a un mundo en plena orfandad sus tesoros más
valiosos, hechos de palabras.
Hoy
traemos a nuestra página, la presencia deun personaje especial de los cuentos de hadas: La bella durmiente del bosque. Los Hermanos Grimm y Perrault fueron
quienes proyectaron la figura de esta princesa a lo largo del tiempo y a través
de diferentes geografías.
Hoy
el Mono de la tinta, nos trae a la
Bella durmiente, a través de la mirada de la poeta chilena Gabriela Mistral: La princesa será herida, / mas por gracia
del Señor,/ va a dormirse por cien años, hasta la hora del amor[2].
Haciendo uso de una cadencia musical de versos octosílabos, la escritora nos
introduce una vez más en el palacio de unos reyes de “Hace tantos, tantos años / que imposible es el contar” en el que se festeja la llegada de la vida.
Pero la vida también tiene su contracara. El mundo de la princesa se ha
dormido: Para que cuando despierte / no
se llene de terror, que se duerma el mundo todo / al callar su corazón. Recorremos
así la obra para detenernos en este otro personaje que está agazapado esperando
su momento: el sueño.
La
presencia de la muerte vinculada con el sueño es otro eje que mueve al hombre
dentro de la literatura. Desde Homero hasta nuestros días, la literatura recoge
la visión del sueño como hermano de la
muerte. La princesa dormirá o morirá hasta que un beso apasionado la
despierte: Y él se inclina hacia el
semblante/ (ya ni puede respirar)./ Y su boca besa la otra, / pálida de
eternidad,/ y las rosas de la vida/ entreabriendo suaves van…/Y los párpados se alzan, / ¡qué pesados de
soñar!,/ y los labios desabrochan/ y diciendo lentos van:/ -¿Por qué tanto te
tardaste,/ ¡oh, mi príncipe! en llegar?[3]
En la muerte
como en el sueño, el tiempo se detiene. En esa ucronía,
el devenir de los sucesos genera nostalgia e incertidumbre en el lector: ¿qué hubiese
pasado si la Bella Durmiente no
hubiese despertado jamás? O si el príncipe no hubiesellegado a dar el beso que la salvó de los
brazos del olvido? Y qué habrápasado con el Hada fea, turba fiestas, rompedora
de canción?
Una vez más,
Cronos intenta apoderarse de la vida y de la muerte de los personajes
literarios y como en tantas otras historias desde las épocas más remotas, el
amor ha burlado a la muerte.
[1] Garzo,
Gustavo Martín (2013) Una casa de
palabras. (Página 9)España.
Océano.
[2] Gabriela
Mistral (2017) La Bella Durmiente del
Bosque. Chile. Amanauta.
[3] Gabriela
Mistral (2017) La Bella Durmiente del
Bosque. Chile. Amanauta.