Alma nos presenta y comenta un Cuento con Oso y Mónica Dias Leal nos hace la reseña
La literatura
infantil se vio muy enriquecida cuando al mundo editorial ingresó ese objeto
libro llamado: libro álbum. Se abría así un universo de posibles lecturas y
esto animaba a quienes no somos críticos a comenzar un camino de análisis aún
más profundo de las ofertas literarias cuyos destinatarios principales son los niños.
Anthony EdwardTudor Browne es un escritor e
ilustrador de varias obras literarias consideradas “infantiles”. Yo me permito
en este espacio, contarles que sus textos son requeridos por niños, jóvenes y
adultos. Títulos como Los osos,
Los tres osos, Un cuento de Oso, entre otros título, ponen en juego la imaginación y la competencia literaria
del lector.
En Un
cuento de Oso, con gran maestría el autor nos lleva al mundo de los clásicos cuentos maravillosos. Con una
pincelada en algunos casos completa y en otros en un incipiente dibujo, pasamos
por Caperucita Roja y el lobo, los tres Cerditos, El Gigante, La bruja, los
tres osos. Personajes que siguen teniendo vigencia en el mundo de los niños y
de la literatura. Pero que aquí, un
pequeño Oso, les dará una gran lección. A través del lápiz, el personaje
protagónico nos contará otras historias que se irán tejiendo a lo largo cuento
para reproducir otro texto.
Dice Gustavo
Bombini en La aldea literaria de los
niños[1]
de María Adelia Díaz Rönner:
“Siempre, lo sabemos, un texto
dialoga con otro texto y ese diálogo es lo que hace refundar la esencia de lo
humano en cada uno de nosotros” (p. 33)
Así es que, mientras Oso camina por el bosque, el primer personaje con
en el que se encuentra es con un lobo feroz, lengua afuera y con deseos de
comer a un elegante oso con moño que lo
mira casi sorprendido. Ante esta actitud Oso, comienza el dibujo de un contorno
que luego será develado en la siguiente página ya que Oso entrega al lobo a un
gran cerdo blanco, mientras se observa detrás de escena en un segundo plano, a
los tres cerditos que se convierten también en pequeños lectores de este nuevo
mundo que está creando Oso, en el que los personajes que en otro tiempo
quisieron imponerse, aquí tendrán su merecido, una vez más.
Oso sigue
caminando y se encuentra con el Gigante, enojado y temible; ante esta presencia Oso no duda en regalarle una “cosita” que
luego se convertirá en la planta (que no es cualquier planta) y que dejará
atrapado y avergonzado al malvado gigante. En la siguiente página, Oso mira al
lector como haciéndolo cómplice. Vale decir, él sabe que lo estamos mirando y
que vamos leyendo con él las historias de los cuentos. Busca y se apoya en un
lector cómplice. Oso sabe que no está solo. La bruja también será despojada de sus atributos por una paloma
creada por nuestro dibujante. Y así sin peluca ni sombrero, la bruja ya no es
bruja y una manzana mordida, será
testigo de otra historia que no pudo ser.
Finalmente, Oso
se encontrará con los Tres osos en el bosque y como no hay nada mejor que
cerrar el encuentro con amigos, dibuja un festín y colorín colorado… ha terminado.
Una presentadora de lujo y un análisis detallado dan como resultado esta hermosa entrada.
ResponderEliminarGracias por la reseña, impecable.
Abrazo grande Moni.