Seguimos buscando pequeños grandes escritores. Y nos hemos encontrado con Fausto y Sofía. Ambos son alumnos del Colegio Arcoíris: Fausto Ludueña está terminando 1º de EP, y Sofía Bonfiglio Giaccio, 3º.
AZULITO
Había una vez un bicho llamado Azulito. Vivía en un agujerito de la pared.
Cierto día se aburrió y salió a pasear por la casa, se metió por una canilla.Caminó por la cañería hacia adelante. De pronto, escuchó un ruido... El agua lo arrastró y cayó a la bañera.
Mariqueta, la señora de la casa, se preparaba para darse un baño. Entró al agua y la bañera rebalsó.
Azulito estaba nadando feliz, cuando una ola lo arrastró, casi se va por el desagüe.
Asustado, decidió regresar a su casita en la pared y terminar el paseo.
(Fausto Ludueña, 1º EP)
LAS TRAVESURAS DE MILAGRITOS
Había una vez una hermosa niña de cabellos rizados y rojizos, llamada Milagritos. La pequeña era muy traviesa. Todos los días atrasaba los relojes de toda la casa. Su papá llegaba tarde al trabajo, su mamá salía con los pelos parados, sus hermanos llegaban tarde a la escuela, y ella dormía muy feliz un buen rato más.
Un día resultó que, al querer cambiar los relojes nuevamente, sus papás estaban esperando al travieso y descubrieron quién era.
Ya en penitencia, se puso a pensar otra travesura, y se le ocurrió esconder toda cosa que se le atravesara por su camino. Escondió llaves, zapatos, lápices, pelotas...
Un día fue a casa de su amiguita Aldana, que tenía pileta, y al no poder encontrar, ni ella misma, su malla, quedó sin poder jugar en el agua, sentada en una silla, y viendo cómo Aldana chapoteaba.
A partir de ese día, comprendió que las travesuras que había hecho estaban mal, y se puso a devolver todas las cosas que se habían ido extraviando, pidiendo perdón con besos y abrazos.
(Sofía Bonfiglio Giaccio, 3º EP)
jueves, 30 de octubre de 2014
viernes, 3 de octubre de 2014
Lo que Teo no dice
- Autor: Gabi Casalins
- Ilustrador: Laura Aguerrebehere
- Editor: La Brujita de Papel
- Colección: Libros del Ratón Nº 7
Teo sufre el bullying de Hernán, un
compañero que ahora también se dedica a molestar a la buena de su amiga
Marianita. Con la inundación de La Plata como telón de fondo y la ayuda de
Antigua Pasolento, una tortuga muy especial, Teo se enfrentará a una de
las decisiones más difíciles de su vida.
(...)Todo mojado como estaba me costó reconocerlo, pero
era él: Hernán. ¿De todos los chicos que podían entrar por mi ventana en una
noche de inundación tenía que ser él? Hernán. El que me molesta en la escuela.
El que se burla porque me gusta leer. El que me agarró del cuello en el baño
cuando le dije que si seguía molestando le iba a decir a la maestra. El que me
dice: “Anteojudo”, “Chicato”, “Gordo papa”, “Mariquita”(...)
(...)Entonces, desde adentro de la mochila
que colgaba en el respaldo de la silla, escuché la voz de Antigua Pasolento que
me decía enojada:
-¿Cuál es la maravilla que tú la
ocultas?
Palabras que son claras, tú las sepultas.
Palabras que son puentes de orilla a orilla,
palabras que tú sabes, unen las gentes…
Desesperado miré para todos lados.
Los chicos estaban doblados sobre las cuentas en sus carpetas y nadie parecía
haber oído las palabras de Antigua Pasolento. Si se daban cuenta, estaba frito (...)